Competencias básicas
La certificación está diseñada para generar un cambio transformacional en la estructura de pensamiento del coach y está basada en el desarrollo del modelo autodenominado 5×15; esto es, en 5 elementos interrelacionados, cada uno de ellos compuesto por 15 ítems, que, en su conjunto, describen el perfil y las competencias básicas, que posibilitan la comprensión sobre las habilidades y capacidades requeridas para la práctica profesional del coaching y establecen un marco de referencia para el proceso de formación.
Estas competencias se usan como base para el examen de certificación y son las que evaluamos para la certificación como Coach Profesional de Consejo Iberoamericano de Coaching y liderazgo.
Las 15 aptitudes
- Generar conversaciones provocadoras en sesiones cortas, escuchando al cliente, cuestionándole, haciendo preguntas adecuadas, buscando claridad.
- Facilitar el autodescubrimiento, porque cuanto mejor se conoce uno a sí mismo, mejores decisiones puede tomar.
- Sacar lo más grande, pidiendo al cliente que piense y actúe a lo grande, que suba el listón y sus estándares.
- Disfrutar del cliente. Cuando el coach disfruta con un cliente, se desarrolla un alto grado de confianza de forma natural. Los clientes corren más riesgos, avanzan más rápidamente.
- Ampliar los esfuerzos del cliente, actuando como catalizador y acelerador.
- Navegar vía curiosidad, dejarse guiar por ella, para que se produzca el aprendizaje en un doble sentido, ya que el coach también aprende de su interrelación con el coachee.
- Reconocer la perfección en cada situación. Una forma de ver la vida es creer que todo lo que sucede, sucede por una razón perfecta.
- Poner rumbo a lo más importante. Dependiendo del momento, lo que es más importante para el cliente cambiará. El coach es rápido para identificar esta diana móvil y flexible para ajustar el Coaching para que sea efectivo en ese nuevo camino.
- Comunicar claramente. Los coachees trabajan para limpiarse de prejuicios, juicios, necesidades insatisfechas, deberías, podrías, discursitos, agendas, arrogancia y miedos.
- Contar lo que percibe. Cuanto más a menudo y más fácilmente un coach pueda compartir lo que ve, siente y escucha, añade mayor valor para ese cliente.
- Ser el hincha del cliente. Cuando el coach se convierte en un fanático del cliente a todos los niveles (incluyendo sus acciones, progreso, sueños, características, compromisos, dones y cualidades), el cliente incrementa sus probabilidades de éxito.
- Explorar nuevos territorios. El coach amplía la forma de pensar del cliente tejiendo nuevos conceptos, principios y distinciones durante la sesión, e invita al cliente a probar nuevas formas de hacer las cosas, incluso identificar nuevas metas o resultados.
- Saborear la verdad. Siempre hay una verdad que, cuando se descubre y se articula, puede transformar la vida o el negocio de una persona.
- Diseñar un entorno favorable. El éxito, por no mencionar la evolución personal, puede ser sostenible cuando existen entornos y estructuras de seguridad que lo apoyan.
- Respetar la humanidad del cliente. Todos tenemos límites, tanto internos como externos, el coach sabe esto y lo respeta.
Los 15 clarificadores
Los clarificadores que se muestran a continuación, aclaran el fundamento de lo que expresa el cliente, permitiendo así que el Coaching se oriente hacia lo que en cada momento resulte más importante:
- Urgente vs. importante, ¿efecto bombero? Lo importante es lo que sufre.
- Afrontar vs. evitar ¿hacer frente o arte de magia?
- Hecho vs. interpretación, ¿Realidad o fantasía?
- Aceptar vs. resistir.
- Referencia interna vs externa. ¿Locus inteno o locus externo de control?
- Deseo vs. necesidad. ¿Quiero o debo?
- Oportunidad vs. posibilidad. El éxito es la realización progresiva de una visión.
- Fuente vs. síntoma. ¿Origen desde la visión sistémica o una causa?
- Abriendo vs. compartiendo.
- Respuesta o reacción. ¿Valida opciones o impulsividad?
- Crear vs. eliminar.
- Problema vs. preocupación.
- Aceptación vs. resistencia.
- Dirigiéndose a vs. huyendo de.
- Presente o pasado.
Los 15 productos
Los productos recogen las diferentes aportaciones que el coach puede, en un momento dado, hacer a su cliente. El objetivo es que éste pueda aprovechar la colaboración.
- Nuevas perspectivas.
- Validación.
- Un mensaje.
- Energía.
- Solución.
- Un plan de acción.
- Estructura.
- Recurso.
- Opciones
- Apoyo
- Aprendizaje.
- Consejo
- Estrategias
- Feedback (retroalimentación).
- Desafío (reto)
Los 15 marcos
como puede verse, los 15 marcos recogen las creencias en las que se mueve el coach, aquellas que le dan poder para ampliar los mapas mentales del cliente:
- Todo se puede solucionar… o no.
- Siempre se puede disminuir el riesgo.
- Siempre hay una forma mejor.
- El éxito es un efecto.
- Las emociones nos enseñan.
- Posponer tiene un costo.
- La intuición es una forma elevada de la inteligencia.
- La respuesta existe.
- La confianza en sí mismo se construye.
- Todos tenemos ideas.
- El trabajo se puede disfrutar.
- Los problemas son oportunidades.
- La gente siempre da lo mejor de sí mismo… aunque no siempre lo haga.
- La conciencia une. Es posible comprender verdades más allá.
- La vida es sobre nosotros, pero no te la tomes de forma personal.
Los 15 puntos de estilo
Éstos recogen la forma en la que el coach debe relacionarse con el cliente, para que la relación de Coaching sea fructífera:
- Percibir correctamente lo que el cliente expresa.
- Responder claramente.
- Tomar en serio las preocupaciones del cliente.
- Articular de manera simple.
- Ser ligero y neutro.
- Colaborar
- Saber recibir y transmitir simultáneamente.
- Comunicar plenamente.
- Mantener el ritmo.
- Saber escuchar “entre líneas”.
- Utilizar palabras fácilmente inteligibles.
- Estar seguro de sí mismo.
- Estar centrado en el cliente.
- Sentirse cómodo con los problemas.
- Estar “con” el cliente.